viernes, 17 de abril de 2009

PINTURA NEOCLÁSICA. ESPAÑA

CARACTERÍSTICAS
En España, la pintura de este tiempo está dominada por la gran figura de GOYA, personalidad genial que no puede ser incluida en ningún estilo porque se escapa de cualquier clasificación. Domina toda la segunda mitad del siglo XVIII.
Esta etapa, al margen del pintor aragonés, se la consideraba la menos española de nuestra pintura, ya que durante la primera mitad del siglo los artistas franceses e italianos que hicieron venir los reyes borbones pretendieron modernizar el viejo estilo barroco. Y lo hicieron desde la ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO, fundada por Felipe V. En esa academia se formaron artistas españoles, que también viajaron a Italia con becas, y que tenían como profesores a artistas extranjeros de cierto renombre, sobre todo ANTONIO RAFAEL MENGS al que Carlos III trajo a España como pintor real y como consejero artístico, y que orientó muchos años.
El primer pintor que destaca es LUIS EGIDIO MELÉNDEZ, que fue un excelente miniaturista y también retratista, se especializó fundamentalmente en la realización de bodegones, a los que debe su fama. Ej.: "Caja de dulce", "Trozo de salmón, limón y tres vasijas". LUIS PARET Y ALCÁZAR: su estilo es muy refinado y demuestra su gran espíritu observador para captar escenas de costumbres de la época y de la sociedad del momento. Ej.: "Carlos III comiendo ante su corte", "Baile de máscaras".Los hermanos BAYEU, FRANCISCO y RAMÓN, aragoneses de nacimiento y cuñados de Goya, fueron dos interesantes figuras del mundo artístico del S. XVIII, oscurecidas sin duda por el éxito posterior de su próximo pariente.
FRANCISCO llegó a ser ayudante de MENGS, y gozó de gran éxito e importantes encargos en Madrid. Fue el que trajo a la Corte a su hermano Ramón y a su cuñado Francisco Goya, para que trabajaran como "cartonistas" -pintura realizada para servir de modelo, de 'muestra', en la confección posterior de un tapiz, en la que se reproduce la escena que previamente se ha pintado.Los cartones que se les encargaban, y de los que el propio Bayeu realizó algunos, como el titulado "El Paseo de las Delicias de Madrid", pretendían presentar asuntos y temas de la vida diaria del momento, de las fiestas y aficiones populares, o de la participación en ellas de las clases altas, muy inclinadas en este momento al gusto por las tradiciones festivas del pueblo, de los 'majos'.
Finalmente, conviene destacar a MARIANO SALVADOR MAELLA, un valenciano que trabajó igualmente en la REAL FÁBRICA DE TAPICES, y que después llegó a ser primer pintor del rey CARLOS IV; más tarde perdió el favor de su sucesor FERNANDO VII debido a que se había mostrado demasiado colaborador de los franceses durante los años de la invasión y la GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.Sus pinturas son muy representativas del momento académico, un tanto frío y con calidades de color casi de porcelana; esto se manifiesta muy bien en la serie de cuatro cuadros dedicados a las "Cuatro estaciones" del año.
FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES (1746-1828) Nace en Fuendetodos (Zaragoza).Inicia sus estudios en Zaragoza, donde su padre ejercía de maestro dorador. A los veintisiete años casa con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu, pintor de Cámara del Rey Carlos IV; este hecho favorecerá su ingreso como pintor de cartones en la Real Fábrica de Tapices.Muere Carlos III en 1788, y su sucesor Carlos IV y la reina Mª Luisa le nombran pintor de Cámara; comienza a realizar los retratos oficiales de los Reyes.A partir de ahora, Goya es ya un pintor consagrado. Es elegido Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sus grandes protectores, los duques de Osuna -ejemplo de nobles ilustrados- y, más tarde, los de Alba -una de las familias nobles más relevantes en el Madrid de la época- le introducen en la vida social haciéndole importantes encargos.En 1792, durante un viaje a Andalucía, contrae una grave enfermedad, de resultas de la cual quedará sordo para el resto de sus días. Esta circunstancia, unida a las graves consecuencias que la Revolución francesa tuvo en la corte y para sus amigos ilustrados (destierros, encarcelamientos, etc.), le sumirán en una profunda crisis que influirá en su carácter y en su pintura.A los setenta y tres años, sordo, enfermo y desengañado, compra la "Quinta del Sordo" a las afueras de Madrid; allí se refugia con Leocadia Weiss, fiel compañera de su vejez, y allí ejecutará su obra más personal e inconfundible: LAS PINTURAS NEGRAS. Vivirá allí hasta 1823, fecha en que regala la finca a su nieto Mariano y se exilia a Burdeos, donde seguirá pintando hasta su muerte.
Reconoció como sus únicos maestros a Velázquez, Rembrandt y la Naturaleza. Con él, después de él, comienza la pintura moderna.Trabaja gran multiplicidad de temas y distintos enfoques de los mismos.En los cartones para tapices gusta representar escenas y juegos populares; escenas costumbristas, con personajes refinados y castizos a un tiempo: "El quitasol" en el que representa a una muchacha sentada con un perrito en el regazo. Tres notas sobresalen en esta obra: la luz reflejada a través de la sombrilla, el color y la sencilla composición piramidal. "La gallina ciega" tema alegre elegido para la decoración del dormitorio de las infantas. Obra representativa de la nobleza ilustrada, dos figuras visten a la moda francesa, con elegantes casacas de terciopelo, vestidos de gasa y sombreros de plumas. La escena se sitúa en un paisaje. "La boda" Los personajes se desplazan de derecha a izquierda recortados sobre un fondo arquitectónico. Obra de factura amplia, fluida, y textura lisa. Juega con la luz natural, de tipo ambiental, muy cálida. Cuadro colorista, de gama cálida, no da tanta importancia a la profundidad.
"La Pradera de San Isidro" Obra divertida, bulliciosa y alegre en la que representa a la sociedad madrileña de la época. Aparecen tipos de todas las clases sociales como las majas, los majos, las petimetras y los caballeros, militares. La pincelada es ágil y suelta. La atmósfera vaporosa. Castizamente español, inmortaliza la fiesta de los toros en una serie de grabados ­"La Tauromaquia"-.
Goya hará los retratos de los más famosos diestros de su época. Como retratista destaca la manera exquisita que caracteriza a sus retratos cortesanos, tratados con gran belleza y fina captación del modelo. "Duques de Osuna" (Museo del Prado) el matrimonio aparece acompañado por sus cuatro hijos. El duque viste de uniforme de alivio de luto y la duquesa, dama sensible y culta, va vestida a la moda francesa con bata de gasa blanca adornada con ricos y singulares botones pintados a mano. Los niños de verde los varones y de blanco las niñas, presentan cuidados atuendos y juguetes de la época. El pintor evita representar muebles, cortinajes ni pinturas para reflejar su posición social. El sillón dorado de noble diseño es el símbolo de lujo y gusto que presidía la vida de los duques. Utiliza una técnica rápida, precisa; revela la personalidad de los retratados.
"La Condesa de Chinchón" (Museo del Prado) Presenta a doña Mª Teresa de Borbón, esposa de Godoy cuando esperaba su primer hijo. Aparece sentada de cuerpo entero, con elegante vestido a la moda, de talle alto y gasa blanca con un tocado coronado de espigas de trigo verde, símbolo de fecundidad. Capta de modo genial la personalidad de la joven. La sitúa sobre un fondo neutro y oscuro. Las sombras suavizan el modelado. El espacio más iluminado se encuentra en la zona baja y se extiende más por el lado izquierdo que por el derecho.
"La familia de Carlos IV" (Museo del Prado) Probablemente, con motivo de su nombramiento como pintor de Cámara surge la idea de realizar un cuadro parecido al que Velázquez hiciera de la familia de Felipe IV, ya que el situar a los personajes de pie y contemplando a un personaje misterioso que posa para el pintor, le hace estar muy próximo al planteamiento de “Las Meninas”. Goya ha colocado a sus personajes como en un friso, siguiendo una disposición neoclásica imperante en el momento.En el lienzo vemos representados de izquierda a derecha los siguientes personajes: don Carlos Mª Isidro, vestido de rojo; Goya pintando un gran lienzo; el príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, de azul; la infanta Mª Josefa, hermana soltera de Carlos IV, de blanco; la que se cree futura princesa de Asturias, de blanco y amarillo; la infanta doña Isabel, de blanco y amarillo; la reina Mª Luisa, de blanco y amarillo; el infante don Francisco de Paula, de rojo; el rey Carlos IV, de castaño; el infante don Antonio Pascual, hermano del rey, de azul; a su lado asoma la cabeza la que se ha supuesto sea doña Carlota Joaquina; don Luis, príncipe de Parma, de anaranjado; y su mujer, doña Mª Luisa, de blanco y oro, con su hijo Carlos Luis en brazos.La pincelada es suelta, vigorosa y relega el dibujo a un nivel secundario. Destaca el cromatismo de los trajes: los blancos y dorados armonizan con las tonalidades rojas, azules y negras.Los personajes llevan traje de corte y distintivos honoríficos, así, los varones ostentan la banda de la Orden de Carlos III y las damas la de Mª Luisa.
Las figuras se distribuyen en tres grupos de cuatro (dos hombres y dos mujeres en cada uno) para dejar en el centro un espacio más amplio donde aparece la pareja real más arriba citada con su hijo menor, lo que da una mayor movilidad a la composición.La luz irrumpe desde la zona izquierda arrojando grandes sombras sobre el suelo, ilumina los rostros, modelados con exquisito cuidado, y produce brillos y destellos en las sedas de los trajes, las joyas y las condecoraciones. "La maja desnuda" (Museo del Prado) lienzo de pinceladas muy pulidas, muy cuidadas. Resalta el modo de pintar el cuerpo de la joven, recuerda a la técnica de los maestros venecianos. La técnica de la "Maja vestida" es muy diferente. No mantiene las transparencias sutiles ni las gradaciones tonales, es más abreviada y simple. La técnica es más suelta, de amplias pinceladas, el colorido más audaz (amarillo de la chaquetilla, rosáceo de la banda). Gran dibujante y grabador, en estos medios suele expresar libremente una crítica social y religiosa comprometida, una crítica total a la condición humana, que también aparece en sus cuadros (escenas de Inquisición, de locos...), y en los que encontramos al Goya más ilustrado: CAPRICHOS. Más tarde hará los DISPARATES.
Los cuadros "de Historia" refleja su juicio personal contra la barbarie y crueldad de la guerra como en "La carga de los mamelucos" o "Fusilamientos de la Moncloa". Los fusilamientos
constituyen toda una obra simbólica. Hay en el cuadro todo un enfrentamiento de fuerzas. De un lado, el grupo de franceses, que actúan en forma arrolladora, como símbolo de la opresión. El grupo de patriotas encarna la inocencia.
La pintura religiosa se nos presenta bajo distintos aspectos: academicista en el "Cristo en la Cruz". En San Antonio de la Florida muestra una visión popular del tema religioso. Es más bien un homenaje al pueblo de Madrid.
Pinturas Negras: pintadas para sí mismo, describen un mundo interior desolado y terrible, alucinante. Se conocen como ‘pinturas negras’ tanto por sus tonos oscuros y el carácter sombrío, como por la visión desgarrada y desesperanzada que transmiten. La pincelada es larga y gruesa. Hay un terrible expresionismo en todo este arte. Brujas, hechiceras, viejas y desdentadas, la fealdad hecha arte, todos los males de la tierra encarnados en la mujer, que para Goya es el incentivo del mal. Buenos ejemplos de estas pinturas son "El aquelarre", que nos presenta una espantosa plasmación del diablo junto a una masa informe de adoradores; o "Saturno devorando a su hijo", tema de la mitología clásica que nunca había alcanzado en su representación un carácter tan expresionista y desorbitado. Este tema sería probablemente una alusión a su propia situación: Saturno (el Tiempo) destruye a los seres que él mismo crea, como el propio pintor, que ya intuía la proximidad de la muerte.