jueves, 22 de enero de 2009

PRIMITIVOS FLAMENCOS

LOCALIZACIÓN ESPACIO-TEMPORAL
Las ciudades flamencas serán desde el siglo XIII prósperos centros comerciales e industriales en los que emerge una poderosa y adinerada burguesía, que se convierte en el principal cliente del arte, al que impone sus gustos y preferencias.
En el siglo XV surge una excepcional escuela pictórica que alcanza la misma meta que sus contemporáneos (los pintores renacentistas italianos): la representación de la realidad tal como aparece ante nuestros ojos.
La mayoría de las obras son de pequeño tamaño, ya que se producía más para las casas de los burgueses locales que para iglesias y palacios.
Los libros miniados que los duques de Berry, de Anjou, de Borgoña... poseían, exquisitamente ilustrados por pintores franceses, alemanes o flamencos, serán el antecedente inmediato de la pintura flamenca.

CARACTERÍSTICAS GENERALES
El material utilizado es la tabla, pero introducen desde el siglo XIV la técnica del óleo, mejorada en el siglo XV por los hermanos Van Eyck, al utilizar aceite de linaza y nuez, cuyo secado es más rápido. Esta técnica no sólo abrillanta los colores, sino que además facilita la pintura por capas y los retoques. También permite un acabado más suave y lustroso por el uso del barniz.
Utilizan pinceles muy finos y plumillas.

Los temas serán fundamentalmente religiosos, pero con un tratamiento muy peculiar, ya que funden lo sacro con lo cotidiano (los objetos y detalles de ese mundo cotidiano tienen un significado profundo simbólico-religioso).
Introducen el retrato independiente como nuevo género a través de la figura del donante (aparecen el cuadro junto a los personajes sagrados y en plano de igualdad).

Los rasgos estilísticos de estos pintores son:
Representan la realidad tal como es observada. Huyen de cualquier idealización. Pintan los objetos como son.
Minuciosidad: consecuencia del pequeño tamaño de los cuadros. Con pinceles finísimos y plumillas, que permiten gran precisión y delicadeza, y un dibujo muy afinado, recrean detalles infinitamente pequeños(pelos de la barba, hojas de hierba...)
Interés por los elementos anecdóticos y secundarios: (pequeños objetos de la vida cotidiana, animales, etc.) reciben un tratamiento tan detallado como los elementos principales.
Gusto por el paisaje: suelen situar sus escenas en interiores, pero a través de ventanas se divisan fondos urbanos con casas, calles, ríos, gente que pasea...
Perfecta combinación de la luz y el color para dar volumen y profundidad al cuadro. El espacio pictórico se crea mediante una perspectiva intuitiva y no matemática (lineal) como los pintores italianos del siglo XV.
Los ropajes se representan con duros y aristados pliegues. Las figuras presentan formas alargadas, frontales, con poca relación entre ellas.

PINTORES Y OBRAS MÁS REPRESENTATIVAS
SIGLO XV
HERMANOS HUMBERTO Y JAN VAN EYCK
A JAN Se le considera el artífice de la renovación de la pintura flamenca: buena técnica, buena ejecución y riqueza de colorido. Generalizó y perfeccionó junto a su hermano el uso del óleo. Entre sus obras destacan:
La fuente de la Gracia (Museo del Prado)
Óleo sobre tabla. Obra relacionada con “La adoración del Cordero Místico”, de San Bavón de Gante, por el tema y la disposición de los grupos de personajes.
La composición se distribuye en tres niveles:
El inferior está dedicado a la representación de la Iglesia triunfante con sus diversas jerarquías, mientras que a la derecha vemos a los personajes de la Sinagoga, vencida y ciega, ya que una venda tapa los ojos del Sumo Sacerdote.
La Iglesia verdadera (entre sus personajes: el Papa, el Emperador, un cardenal, un obispo, un rey...) y la Sinagoga están separadas por la fuente de la Gracia, en cuyas aguas flotan las Sagradas Formas, que van fluyendo sobre el manantial que nace a los pies del Cordero Místico.
En el nivel central, grupos de ángeles músicos, sirven de antesala a la p
arte superior de la obra, donde Dios está sentado en su trono celestial, enmarcado en un templete de estilo gótico, cuya esbelta aguja da lugar al singular remate de esta tabla.
A los pies del Señor se representa el Cordero Místico, y a ambos lados del tema central, la Virgen leyendo y san Juan escribiendo su Evangelio.
"Políptico del Cordero Místico" (Iglesia de San Bavón. Gante)
Óleo sobre tabla. Abierto consta de 12 tablas divididas en dos pisos (otras 12 en el reverso):
Déesis (San Juan Bautista oculta la piel de camello con un manto verde)
Adoración del Cordero Místico (centro abajo)
La obra destaca por el detallismo, las calidades textiles, la expresión de los rostros, la importancia del paisaje natural y urbano, el brillo de los colores (debido al óleo), la representación del espacio en perspectiva (intuida) y el juego de luces y sombras, éstas siempre hacia la izquierda, correspondiendo a la fuente de luz real de la capilla a que iba destinado el cuadro, iluminada por ventanales a la derecha.

El matrimonio Arnolfini (National Gallery, Londres)
Pequeño cuadro, de un metro escaso de altura. Se trata de un retrato de carácter privado (la boda del banquero de Lucca, Giovanni Arnolfini y Juana de Cenami). En él se representan minuciosamente todos los detalles del dormitorio en que tiene lugar la ceremonia.
Estéticamente, la pintura destaca por el protagonismo que se otorga a la línea; por su naturalismo, delicado y de una minuciosidad exquisita y la utilización de la luz.
Esta obra ha tenido gran trascendencia en la historia del arte. La iluminación de la estancia a través de un ventanal lateral será un recurso utilizado por los artistas flamencos posteriores. Pudo influir en el propio Velázquez (“Las Meninas”).

ROGIER VAN DER WEYDEN
Sus figuras son siempre elegantes y proporcionadas, y están dotadas de una gran expresividad (dolor) y dramatismo: además, sus escenas están muy bien compuestas, organizadas las posiciones de sus figuras con un gran cuidado para que el conjunto resulte armoniosamente bello.
Su obra cumbre es:
El Descendimiento de la cruz (Museo del Prado, Madrid)
Se trata de una obra realizada en óleo sobre tabla. Posiblemente estamos ante la tabla central de un tríptico.
Fue encargado por el Gremio o guilda de Ballesteros de Lovaina para su altar; pero después lo compró la reina María de Hungría, tía de Felipe II, a quien llegó más tarde por herencia.
Está concebida como un intermedio entre pintura y escultura.
Destaca la gran maestría de alojar en un espacio que no es muy grande –y además cerrado por un fondo de oro a modo de muro- diez figuras de gran tamaño, a modo de esculturas exentas policromadas. Para realizar esto pinta en las esquinas superiores una falsa tracería de madera.
La composición está equilibrada por un eje central, marcado por el madero de la cruz, el joven que lo descuelga y el propio José de Arimatea.
Presenta además una estructura cerrada: está encerrada en dos paréntesis curvos que serían las figuras de San Juan y María Magdalena, ocupando Cristo y María, que forman dos líneas paralelas inclinadas, el centro de la escena presidida por la cruz de la que acaba de ser descendido Cristo.
Las telas de los ropajes están representadas con técnica impecable, a base de pliegues duros, aristados que definen una estética muy característica del mundo flamenco –plegados flamencos-.
HIERONIMUS VAN AECKEN BOSCH. EL BOSCO
Es el pintor más original de los primitivos flamencos. Su obra despertó gran interés en España y fue pintor favorito de Felipe II·
Temas más frecuentes: religiosos o moralizantes, de carácter alegórico, todavía dentro del espíritu medieval.
Una de sus obras más conocidas es:
El Jardín de las Delicias (Museo del Prado, Madrid)
Tríptico pintado al óleo. Es un tema alegórico (la lujuria), en el que se condenan los placeres de los sentidos, representados con frutas simbólicas.
Tabla izquierda: Representa el origen de la humanidad. Aparece un paisaje dominado por la Fuente de la Vida. Dios crea a Adán, sentado bajo el drago, símbolo de la vida, y a Eva, acompañada de conejos, sapos y culebras, símbolo del pecado que se avecina. Les entrega la posesión y el gozo del paraíso, donde podrán disfrutar de la eterna juventud, de todo el conocimiento y el placer.
Tabla central: “El Jardín de las Delicias”, representa la humanidad ávida de placeres: triunfo del amor libre y del desnudo. Dominio de la corrupción.
Técnicamente el Bosco nos sorprende por la minuciosidad y el detallismo de la obra. El trazo preciso y delicado evidencia la influencia de la escuela flamenca.
Tabla derecha: Representa el fin de la humanidad. Originalísima visión del mundo infernal: una escena de pesadillas con instrumentos fantásticos y ruinas en llamas, (el castigo del pecado) poblado de demonios y monstruos que acechan a los condenados.