domingo, 2 de noviembre de 2008

ARTE PALEOCRISTIANO

Es el arte de los primeros cristianos. Se desarrolla en el marco del Imperio Romano.
Su origen está en Oriente, donde surgen las primeras comunidades cristianas, pero la misión evangelizadora de los discípulos de Cristo llevó a Roma la nueva doctrina. Por esto, fue en Occidente donde surgen las primeras manifestaciones paleocristianas.
El carácter igualitario del cristianismo hace que sea bien acogido entre los sectores más humildes de la sociedad romana, quienes rechazarán el culto al emperador y las instituciones romanas, lo que da origen a las numerosas persecuciones contra los cristianos (por razones políticas y no religiosas ya que sus seguidores eran considerados traidores al Estado romano).
La situación cambia en el siglo IV, merced a dos edictos fundamentales en la historia del cristianismo:
En el año 313, Constantino promulga el Edicto de Milán, por el que legaliza el culto cristiano, hasta entonces clandestino.
En el 380, Teodosio promulga el Edicto de Tesalónica, que hace del cristianismo la religión oficial del Imperio.
Esto explica que haya dos grandes etapas:
La primera, hasta el año 313.
La segunda, tras el Edicto de Milán.
EL ARTE PALEOCRISTIANO ANTERIOR AL EDICTO DE MILÁN (313).
Clientes y artistas
La clientela es urbana, pobre e inculta, a la que se unía, sobre todo en Roma, una escasa minoría de ciudadanos más acomodados que protegían a estas comunidades cristianas.
Los artistas, cristianos también, pertenecían a esa misma condición social humilde, lo que explica el carácter tosco del arte de este periodo.
Características generales del arte
Es un arte en la clandestinidad, por lo que carece de arquitectura al aire libre que pueda delatarlo.
El arte se limita casi exclusivamente a la decoración pictórica de los lugares que se utilizaban para la celebración de sus ritos: catacumbas (cementerios) y casas de patricios cristianos.
Es un arte que se interesa por transmitir la doctrina a un público inculto (función docente).
Desde un punto de vista iconográfico, se adoptan temas y motivos clásicos, para no delatarse, pero asignándoles un nuevo valor simbólico de acuerdo con la doctrina cristiana:
XP = son las dos primeras letras de la palabra griega Cristo.
panes y peces = símbolo de la eucaristía.
EL ARTE PALEOCRISTIANO A PARTIR DEL EDICTO DE MILÁN.
Clientes y artistas.
Tras la legalización del cristianismo y, sobre todo, tras su proclamación como religión oficial del Imperio, se produce un enriquecimiento de la Iglesia.
Los nuevos clientes serán los emperadores, empezando por Constantino, los poderosos y el alto clero.
Los artistas, por tanto, serán cualificados, a diferencia del periodo anterior.
Características generales de la arquitectura:
Utilización de materiales de construcción baratos, como el ladrillo, mampuesto y madera. También se utiliza el mármol en las columnas, que a veces, son reaprovechadas.
Soportes: el muro, las columnas, ligeros ya que las cubiertas no son pesadas. Arcos de medio punto y de medio punto peraltados.
La cubierta: suele ser de armaduras de madera salvo en el ábside donde introducen la bóveda de cuarto de esfera.
Decoración: pinturas murales, mosaicos o incrustaciones de mármoles.
Función: Religiosa.
Tipología:
Cuando el cristianismo se establece como religión oficial del Imperio se suscita el problema de encontrar un tipo de edificio que fuese adecuado para el culto público. En la liturgia cristiana, los fieles se
congregan para ofrecer presentes y compartir una comida común. Así pues necesitaban de unos edificios cerrados, en los que se pudiera reunir un gran número de creyentes.
La forma del templo clásico no era adecuada porque su espacio interior no era suficientemente grande y porque simbolizaba el culto a los dioses paganos y al emperador. Por ello Constantino y las autoridades eclesiásticas
fijaron su atención en los edificios públicos laicos, eligiendo la tipología de la basílica (edificio destinado a reuniones públicas relacionadas con la administración de justicia). Era cuestión de reemplazar el pequeño altar dedicado al emperador por otro en el que pudiera celebrarse la Eucaristía.
La otra tipología de edificación elegida por los primeros cristianos fue la de planta central, redonda, octogonal o cuadrada, derivada de los mausoleos reales.
En Occidente se optó preferentemente por el modelo longitudinal de iglesia de planta basilical, mientras que en Oriente se prefirió el de planta central.
La basílica cristiana en occidente consta de:
Planta rectangular, con 3 ó 5 naves longitudinales, interrumpidas a veces, por otra transversal (septum), siendo la nave central más alta y doble que las laterales, separadas por columnas y arcos de medio punto y, de medio punto peraltados.
La nave central más alta con cubierta de madera y techo a dos aguas.
Cabecera con ábside semicircular (a veces poligonal) cubierto con bóveda de cuarto de esfera.
En el centro de este semicírculo estaba el altar. A veces, para acentuar el valor del altar se cubría con un baldaquino o ciborio.
Todo este espacio constituye el presbiterio. Cuando el templo guardaba reliquias de algún santo se colocaban en una cripta bajo el presbiterio.
En las naves se sitúa el pueblo, pero sólo los fieles que han sido bautizados pueden entrar en la basílica distribuyéndose con una clara separación de sexos:
Los hombres a un lado (el del evangelio) y las mujeres al otro
(el de la Epístola). Posteriormente, las mujeres se situarán en el matroneum, galería superior o tribuna sobre las naves laterales.
Los que estaban instruyéndose en la fe (catecúmenos) para recibir el bautismo se situaban en el nártex .
Como elementos decorativos encontramos mármoles, mosaicos y pinturas al fresco.
Según este modelo se construyeron en Roma la Basílica de San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros, Santa Sabina, etc.

La basílica oriental presenta algunas diferencias con las de occidente como son:
Ausencia de atrio.
Reducción del nártex, que queda flanqueado por las torres de la fachada.
Carencia de transepto.
El ábside no resalta al exterior.
Presencia de dos espacios a ambos lados del ábside: prótesis y diaconicón.
Edificios más representativos:
Iglesia de la Natividad. Belén. (siglo IV), Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén (s. IV)

Otros edificios destacados son:

BAPTISTERIOS
Edificio de planta circular o poligonal (centralizada), con una pila bautismal en el centro. Tras recibir el sacramento el nuevo cristiano ingresaba en la Iglesia. El bautismo era por inmersión.
Podían ser exentos o adosados a la basílica.
Coronados por cúpulas.
El baptisterio en Italia se mantendrá como edificio independiente de la basílica hasta el Renacimiento.

MARTYRIA
Edificio dedicado al culto de las reliquias de un mártir o a la conmemoración de un martirio.
Suele ser de planta central (en el centro: sepulcro o reliquias del mártir), y cubierto por cúpula. Se rodea de una nave circular o poligonal, llamada deambulatorio, cubierta con bóveda anular, destinada a las peregrinaciones.
Su precedente puede estar en los mausoleos romanos. Será el origen de la girola en el Románico.
Como ejemplo tenemos el “Mausoleo de Santa Constanza” en Roma y el de “Gala Placidia” en Rávena (siglo V).
Edificio de planta circular, construido para albergar la tumba de Constanza, hija del emperador Constantino. Fue construido hacia el 350.
En el centro se eleva un alto cilindro de 12,2 m de diámetro, perforado en su parte superior por 12 grandes ventanas y rematado por una cúpula. Se levanta sobre doce pares de columnas.
Al exterior hay un porche circular sostenido por una columnata.

ESCULTURA
La escultura de bulto redondo es muy escasa. Se centra en la representación de Jesucristo a través de dos modelos:
El Buen Pastor, mostrado como un joven imberbe con túnica corta que porta sobre sus hombros un cordero y rodeado por un rebaño.
El Cristo Doctor, también joven, sentado y con el rollo de los evangelistas en la mano.
Los mejores ejemplos se encuentran en los sarcófagos, que ya aparecían en época romana, así pues podemos decir que los paleocristianos son una evolución de estos. Pueden ser de varios tipos:
a) con escenas de friso corrido.

b) con personajes o escenas encuadrados por una arquería sobre columnas. (Ambos inspirados en el sarcófago pagano).
c) con escenas mínimas reducidas a un rectángulo o medallón central y el resto del sarcófago decorado con estrígiles.
Un ejemplo de ellos es el “Sarcófago dogmático” (hacia 330-340) Museo Pío Cristiano. Roma.
Este tipo de sarcófagos evocan temas iconográficos característicos junto a la representación del propio difunto, a veces acompañado de algún pariente próximo.
La imagen está enmarcada en una concha o láurea, constituye el conocido “imago clipeata”.
Desde el punto de vista estético se aprecia una composición bastante dinámica, con multiplicidad de posturas y actitudes.
Se advierte cierta desproporción en las figuras, en ocasiones consecuencia de su propia simbología y en ocasiones de la tendencia plástica adquirida ya en esta época a eludir las representaciones realistas, al tratarse de temas mayoritariamente simbólicos.
Su adaptación al marco les priva de movimiento.